La Coalición por un Frente Marítimo Resiliente e Inclusivo ha publicado los resultados de una encuesta realizada a 622 votantes de Boston. Los encuestados apoyan la creación de un puesto de trabajo municipal dedicado al frente costero, así como la promulgación de normas RSE para los promotores inmobiliarios. Por último, la gran mayoría de los consultados califica el cambio climático y el desarrollo económico como cuestiones prioritarias.

Ámsterdam, Roterdam… el desarrollo de viviendas y oficinas flotantes continua en los Países Bajos, siendo la demanda cada vez mayor. Esta solución permite anticiparse a la subida del nivel del mar y al riesgo de inundaciones, pero también hacer frente a la falta de terreno disponible. Iniciativa que impulsa proyectos similares en otros países: en el Mar Báltico, donde se creará una serie de islas flotantes en las cercanías de Tallin; en las Maldivas, donde se prevé la construcción de una ciudad con capacidad para 20.000 personas.

La contaminación de los ríos es una preocupación central para muchas ciudades portuarias. Afortunadamente, cada vez vemos más inventos ingeniosos que usan las nuevas tecnologías para recoger los residuos de plástico y evitar que acaben en el mar. Un ejemplo de ello es la Great Bubble Barrier (La Gran Barrera de Burbujas), ya operacional en Ámsterdam y en fase de prueba en Oporto, que mediante burbujas de aire impulsa los plásticos desde el fondo del río hacia la superficie y los lleva hasta el borde. Otras soluciones se centran en la recogida de basura flotante, como “the WasteShark” o “Mr Trash Wheel”, desarrolladas por empresas de Países Bajos y Estados Unidos. Por último, algunas organizaciones sin ánimo de lucro son más ambiciosas y se centran tanto en los ríos como en los mares, como “The Ocean Cleanup”, que combina el trabajo de los “interceptores” fluviales de basura con dispositivos a gran escala para limpiar el llamado Great Pacific Garbage Patch (Gran Parche de Basura del Pacifico).

Image: Mr Trash Wheel Baltimore Inner Harbor – by A.Currell

La tendencia es reagrupar el reciclaje de residuos cerca de los puertos y sus capacidades logísticas e industriales. El puerto de Sunderland (Reino Unido) albergará una planta de reciclaje de neumáticos, directamente en el muelle. Cada año, 80.000 toneladas de neumáticos usados se transformarán en productos reutilizables en la industria petroquímica. Lo mismo ocurre en Gennevilliers (Francia), donde se van a metanizar 50.000 toneladas anuales de residuos orgánicos para obtener BioGNV destinado a alimentar los buques en el puerto de París. Por último, el puerto de Amberes (Bélgica) ha convocado un concurso de proyectos de economía circular en colaboración con la oficina flamenca de residuos. Los 2 ganadores serán conocidos el 10 de febrero.

El gobierno regional de las Islas Baleares, en España, ha alcanzado un acuerdo con CLIA y las principales navieras para regular la llegada de cruceros. El acuerdo, de cinco años de duración y firmado el 20 de diciembre 2021, limitará el número de cruceros que atraquen en el mismo día al puerto de Palma a 3 embarcaciones, y solo una de ellas podrá tener una capacidad superior a los 5.000 pasajeros. En 2022, esto supondrá una reducción efectiva del 14,5% de los cruceros respecto a 2019. El acuerdo también incluye 20 días excepcionados solo para 2022, con el fin de respetar las escalas ya programadas. El acuerdo también recoge un límite semanal de 8.500 cruceristas. Además, las navieras acordaron continuar con sus políticas medioambientales, las que también se discutirán en las próximas semanas.