El 4 de septiembre, el Puerto de Estrasburgo (Francia) presentó su plan estratégico para el periodo 2024-2028. Se definen las directrices generales de su política para el periodo, junto con la trayectoria de inversiones del puerto para los próximos 10 años. El ente contará con un presupuesto total 131 millones de euros. Unos 70 millones se dedicarán al desarrollo del Centro Multimodal Sur, incluyendo la modernización de las infraestructuras ferroviarias. Uno de los principales objetivos del plan es la descarbonización de la actividad portuario-industrial, con el desarrollo de una zona industrial baja en carbono (Proyecto Zibac) para atraer a empresas más respetuosas con el medio ambiente, como las de energías renovables. Otros 11 millones de euros se destinarán a la integración del puerto en su entorno, en particular mediante el desarrollo de su red ciclista.

La sequía que está afectando al río Misisipi y a sus afluentes está repercutiendo en su navegabilidad, con graves consecuencias para las exportaciones de alimentos estadounidenses y la industria agrícola. Las sequías y sus repercusiones en el transporte fluvial tienen importantes consecuencias, ya que no solo obligan a los agricultores a buscar alternativas, sino que también suponen un aumento del tráfico de mercancías por carretera y hacen subir los precios mundiales de los alimentos. En el río Misisipi, las tarifas de las barcazas han aumentado debido a que las embarcaciones se ven obligadas a navegar con cargas más pequeñas para evitar encallar.

La ciudad de Linhares (Brasil) ha otorgado el estatus de persona jurídica a las olas que se forman en la desembocadura del río Doce en el Atlántico, reconociendo el derecho de las olas a existir, regenerarse y mantener su equilibrio ecológico, y ser reparados en caso de daños. Esto significa que las rompientes deben seguir formándose de forma natural y sus aguas deben estar limpias. La ciudad debe proteger la forma física de los ríos, los ciclos ecológicos y la composición química del agua mediante políticas públicas y financiación. Se han nombrado guardianes para representar a las olas en la toma de decisiones. La decisión se fundamentó en los efectos del derrumbe de una presa, que provocó un vertido de lodos y desechos mineros, impactando en la formación natural de las olas. La nueva ley pretende fomentar la pesca y el turismo, y proteger la calidad del agua y la salud de los residentes.

El sector de los Docks de Hamburgo (Alemania) será la próxima ubicación de “Floating Wave”, una ola de surf artificial que se instalará en un pontón flotante en 2026. El nuevo parque aportará varias ventajas frente a los ya existentes: allí cualquiera podrá aprender a surfear en pocas horas, y la piscina no consumirá agua potable, sino agua extraída directamente del río Elba. Además, gracias a su tecnología especial, el pontón consumirá la mitad de electricidad de lo normal y podrá adaptarse al nivel de la marea. Un jardín flotante a su alrededor garantizará su sostenibilidad, y su restaurante, con aire de “beach club”, está pensado para atraer también al público no surfista.

El Primer Ministro griego anunció el domingo 7 de septiembre un nuevo impuesto de 20 euros a los visitantes de cruceros que lleguen a las islas de Santorini y Mykonos durante la temporada alta. Estos ingresos adicionales se destinarán en parte a las comunidades locales para inversiones en infraestructuras. Otras medidas incluyen la regulación del número de cruceros que llegan a algunos puertos, y nuevas normas para proteger el medio ambiente y hacer frente a la escasez de agua. Esta decisión llega tras varios mensajes de su gobierno apuntando en esta dirección. La Unión Griega de Armadores de Cruceros y Miembros Asociados (EEKFN) había emprendido previamente acciones para disminuir el impacto de las grandes aglomeraciones de turismo de cruceros, entre ellas el desarrollo de un estricto sistema de asignación de amarres, así como un aumento gradual de las tasas portuarias. Las normas vienen acompañadas de nuevas exigencias centradas en la mejora de las infraestructuras y las inversiones en transición energética. Estas propuestas llegan tras un verano caldeado en muchos destinos europeos, donde las comunidades locales expresan su oposición al turismo excesivo.