La Autoridad Portuaria de Avilés (España) invierte más de 1 millón de euros en la transformación de un faro en desuso en una residencia artística. El proyecto contempla que el faro mantenga sus funciones de señal marítima, pero la vivienda del farero y las construcciones adyacentes no se utilizan desde 2019. Tras una restauración concebida para mantener la esencia de la construcción y el entorno, las nuevas instalaciones podrán albergar a artistas nacionales e internacionales. Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia para desarrollar actividades lúdicas en la zona portuaria.

En respuesta al aumento del número de cruceristas en los últimos años, que ha pasado de 1,3 millones en 2019 a 1,64 en 2023, la ciudad de Juneau (EE.UU.) ha decidido limitar el número de cruceros que llegan por día. Con la ayuda de la CLIA, asociación profesional de operadores de cruceros, las autoridades de la ciudad han fijado el límite en 5 embarcaciones. Sin embargo, no se ha fijado ningún límite al número de pasajeros ni al tamaño de los barcos. Los representantes de la sociedad civil reclaman restricciones más drásticas. En 1999 se introdujo un impuesto municipal para todos los pasajeros, además de la tasa portuaria y otro impuesto federal recaudado por el Estado de Alaska. Juneau calcula que la iniciativa generará unos $21,5 millones de ingresos en 2024.

La autopista N3 que une la región de Gauteng con el puerto de Durban (Sudáfrica) es una carretera muy transitada. Pero esta afluencia se traduce en atascos y retrasos para los camiones. La terminal ferroviaria Newlyn PX Terminal ha sido inaugurada por el presidente de la República de Sudáfrica, en un intento por masificar el cambio modal al ferrocarril. Su capacidad es considerable, pudiendo acoger hasta 7 trenes de mercancías simultáneamente, y es la mayor instalación de este tipo en el continente africano.

En 2023, 33 compañías navieras mundiales participaron en el programa de reducción de la velocidad de los buques “Protecting Blue Whales and Blue Skies”. Las navieras redujeron las velocidades a 10 nudos o menos en el área de la Bahía de San Francisco/Monterey (EE.UU.). El programa de incentivos voluntarios se desarrolló de mayo a diciembre y dio como resultado una reducción del 58% del riesgo de colisiones fatales con ballenas; una disminución de las emisiones de NOx y GEI regionales en 1.250 toneladas y 45.000 toneladas métricas respectivamente; y una reducción de los niveles sonoros de los buques en 5,4 dB por tránsito. En conjunto, el programa tuvo efectos positivos en la protección de la biodiversidad, la reducción de los niveles de smog y emisiones en la región.