Servicios de Asesoría del Banco Europeo de Inversiones (BEI) brindará su apoyo a Growthfund, el Fondo Nacional de Inversiones de Grecia, para reforzar la resiliencia climática de los puertos griegos. El proyecto se centra en los riesgos climáticos como las inundaciones costeras, el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos. El apoyo del BEI permitirá evaluar el impacto financiero del riesgo climático y recomendar medidas de adaptación. Esta iniciativa está en línea con las políticas climáticas de la UE y debe garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los puertos de Volos, Alexandroupolis y Patras, en consonancia con las directrices del BEI en materia de acción por el clima.

Lanzada en 2021, la Alianza de Ciudades Fluviales (River Cities Alliance) es una iniciativa que busca promover a nivel nacional el desarrollo sostenible de las ciudades con ríos. La Alianza está supervisada por la Misión Nacional para un Ganges Limpio (National Mission for Clean Ganga (NMCG)). En la actualidad, 145 ciudades forman parte del programa, cuyo principal objetivo es fomentar un enfoque de desarrollo urbano más centrado en la relación con el río. Para animar a las ciudades miembros a intercambiar buenas prácticas, se están organizando diversos talleres de capacitación y reuniones entre las partes interesadas. Además, se ofrece apoyo técnico y financiero, en particular para ayudar en la elaboración de Planes Urbanos de Gestión Fluvial (URMP). El Plan de Acción 2025 recién fue aprobado, con la preparación de URMP para otras 25 ciudades.

Gracias a las medidas proactivas emprendidas en el marco del proyecto de profundización de su canal navegable iniciado en abril de 2023, el puerto de Gotemburgo (Suecia) está reduciendo su huella de carbono en 10.000 toneladas de CO₂e. El proyecto “Skandia Gateway” consiste en ampliar un tramo de 5 kilómetros del canal y reforzar el muelle del terminal de contenedores, y tiene por objetivo reducir el impacto climático en al menos 30%. Para ello, el puerto prioriza la sostenibilidad en cada etapa del proceso, desde la elección de materiales hasta el uso de técnicas alternativas de construcción o transporte. También se ha implementado un modelo de incentivos para recompensar a los contratistas que superen las normas medioambientales mínimas. La finalización del proyecto está prevista para principios de 2028.

Muchas autoridades portuarias de todo el mundo están tomando medidas para mejorar la biodiversidad marina mediante soluciones innovadoras. Una iniciativa destacable es el «living seawall,» implantado a lo largo del malecón del Embarcadero de San Francisco (Estados Unidos) y en la localidad portuaria de Amlwch (Gales). El proyecto de San Francisco, puesto en marcha en 2022, ya ha dado resultados positivos: los malecones se han convertido en nuevos hábitats para la vida marina. Otro enfoque adoptado por la Autoridad Portuaria de Baleares (España) como parte de un compromiso más amplio con la protección del medio marina, consiste en la colocación de bloques de hormigón específicamente diseñados en las escolleras del Portixol y el Molinar. Por su parte, el Puerto de Algeciras (España) está realizando un seguimiento activo de los seis micro arrecifes biomiméticos instalados en 2024, monitorizando la biomasa generada, las nuevas especies instaladas y el CO₂ capturado. Estos casos reflejan una tendencia creciente entre los puertos, quienes buscan no solo mitigar su huella ambiental, sino también contribuir de forma activa a la restauración y enriquecimiento de los ecosistemas marinos.

El puerto estratégico de Shahid Rajaï (Irán) está situado en el estrecho de Ormuz, por donde pasa un 85% de las mercancías del país. Este 26 de abril, una explosión en los muelles del puerto dejó numerosos muertos y heridos, pudiendo escucharse a más de 50 kilómetros de distancia. Según la oficina de aduanas de Irán, el accidente se debió probablemente a un incendio que se produjo en un depósito de materiales químicos, con instalaciones expuestas a sustancias nocivas. Este suceso recuerda a la explosión ocurrida el 4 de agosto de 2020 en el puerto de Beirut (Líbano) y que destruyó parte de la ciudad. Ambos eventos sirven para poner en contexto las cuestiones que vinculan los riesgos industriales portuarios con la configuración urbana. Quizás este podría ser un momento idóneo para promover el desarrollo seguro, integrado y sostenible de nuestras ciudades portuarias.