La transición energética está cobrando vida en las costas de dos regiones de África en las que la AIVP es muy activa. En el océano Índico, se instalará una planta de energía solar combinada con turbinas eólicas en Taolagnaro, próximo a la localidad de Fort-Dauphin (Madagascar). El proyecto está financiado por QMM, el operador del puerto de Ehoala. Se producirán 20MW de electricidad verde, parte de la cual se suministrará a los lugareños. Con esta iniciativa se pretende reducir las emisiones de carbono en un 15%. En La Reunión (Francia), las tres centrales térmicas restantes se convertirán en centrales de biomasa, alimentadas con bagazo local y, de forma transitoria, con madera importada. La isla se ha fijado el objetivo lograr la neutralidad de carbono en 2030. La segunda región más destacada es Marruecos, donde las principales instituciones científicas del país como el INRH han evaluado recientemente el potencial de las energías marinas (del oleaje u osmótica). Esta electricidad verde se podría usar para abastecer la industria del hidrógeno que se está estructurando en Casablanca, bajo el nombre de Green H2A.

Este Port Museum también cuenta con un acuario que utiliza las artes digitales para mostrar una gran variedad de especies. La terraza de su azotea ofrece vistas al frente costero remodelado de Kobe y a la bahía.

Un puerto más próspero, más verde y más humano, tal es el deseo reiterado por el presidente Damià Calvet. Se han fijado 54 iniciativas para 2021-2025 con el fin de aumentar la eficacia y la sostenibilidad, aprovechando los espacios existentes. Esto supondrán también estrechar aún más los lazos con la ciudad, una ambición que se refleja en el Plan Port Vell 2025, que añade 16 hectáreas de espacios públicos a las actuales 60 hectáreas disponibles.

La nueva planta permitirá satisfacer la creciente demanda de agua potable de un lugar que recibe 24 millones de visitantes al año, en una ciudad fuertemente impactada por el cambio climático.