The public consultation is tLa consulta ciudadana se está realizando online, desde marzo hasta el 30 de abril 2022. La versión final del documento que se publicará este verano se elaborará tomando en cuenta los resultados de la encuesta. Esta versión reactualizada de la visión del río se articula en torno a tres temas: comercio, destino y naturaleza. Se basan en 5 acciones prioritarias: seguridad, descarbonización, resiliencia, cambio tecnológico e inclusión. El objetivo es hacer del río Támesis un lugar seguro, inteligente, sostenible e inclusivo.

El 28 de febrero, el IPCC público el informe de evaluación del grupo de trabajo II sobre impactos climáticos, adaptación y vulnerabilidad. El informe subraya que, de todas las infraestructuras de transporte, son los puertos los que corren más riesgos. Además, la actividad portuaria ya se ve afectada por la subida del nivel del mar y el aumento de la frecuencia y gravedad de las tormentas. El informe también sugiere ciertas adaptaciones, como la reubicación de puertos, la reducción de las distancias de transporte y de las cadenas de suministro, o incluso una mejor regulación de los productos relacionados con la desforestación tales como la soja.

Este plan, desvelado el 9 de marzo por el ministro de Transportes de Singapur, se articula en torno a 7 ámbitos clave, entre ellos las terminales y embarcaciones portuarias nacionales, los futuros combustibles marinos, la investigación y el desarrollo, y la contabilidad del carbono. El objetivo declarado es que las terminales sean neutras en carbono para 2050 y que se reduzcan las emisiones de los buques en un 15% entre 2021 y 2030. Este plan representa un presupuesto adicional de cerca de 300 millones de dólares.

Dos almacenes logísticos situados en el sitio de Cais da Rocha han sido transformados en oficinas. Esta rehabilitación ejecutada por António Costa Lima Arquitectos pretende potenciar la función inicial de los lugares. El objetivo era también fomentar su coexistencia con la actividad portuaria.

El puerto de Mojiko, que antaño llegó a ser el cuarto puerto comercial de Japón, experimentó un declive de sus actividades tras la Segunda Guerra Mundial. Desde finales de los ochenta se está reconvirtiendo en un nuevo barrio, “Mojikō Retro”, aprovechando sus diversos elementos patrimoniales. El sitio, con sus museos, tiendas, nuevos accesos, torre con mirador, instalaciones turísticas, etc., se ha convertido en un lugar muy atractivo que atraía a más de 2 millones de visitantes al año antes de la crisis del Covid.