Ante la recurrente escasez de agua y la reducción del tráfico, el Canal de Panamá se ve obligado a buscar soluciones que garanticen el mantenimiento de su modelo económico. La gestión sostenible del recurso hídrico es una prioridad no sólo para la Administración del Canal, sino también para el gobierno panameño. El Administrador de la Junta Directiva del Canal ha pedido al Órgano Ejecutivo que apruebe la construcción de nuevos embalses, especialmente en una cuenca contigua de Río Indio. El reto, sin embargo, pasa por mantener la actividad de tránsito sin que ello se haga a expensas de la población local. Además, se están introduciendo modificaciones al sistema de peajes para que refleje con mayor fidelidad los costes reales de la operación, generando con ello mayores ingresos para la organización por cada travesía. También se está considerando la posibilidad de diversificar las fuentes de financiación de la organización desarrollando nuevas actividades. Asimismo, se ha nombrado a una Oficial de Sostenibilidad que será la encargada de apoyar las transiciones y cumplir la ambición de alcanzar cero emisiones de GEI para 2050.

Los esfuerzos para reducir a cero las emisiones de carbono de los servicios de transbordadores a través del Canal de la Mancha van por buen camino. En 2023, se firmó un memorando de acuerdo entre las ciudades de Calais, Boulogne (Francia) y Dover (Reino Unido) con el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en 2030. El plan es conseguir que la travesía de unos 40 kilómetros acabe realizándose en embarcaciones eléctricas o hibridas. Las dos principales compañías de transbordadores, P&O y DFDS, están estudiando la posibilidad de usar estas tecnologías en sus embarcaciones. El suministro de la electricidad necesaria exige de los puertos reajustes importantes para preparar la conexión de los muelles que se utilizará para recargar las baterías de propulsión. Los retos son considerables, sobre todo para evitar aumentar los tiempos de rotación. Todos estos esfuerzos implican una estrecha cooperación entre las autoridades portuarias y las empresas, ya que las tecnologías utilizadas deben adaptarse a ambos tipos de infraestructuras (barco y muelle).

El Subcomité de proyecto y construcción del buque (SDC 10), reunido en Londres (Reino Unido) del 22 al 26 de enero, ha elaborado una nueva base grafica de referencia destinada a facilitar la aplicación de las directrices para la reducción del ruido submarino procedente del transporte marítimo. El ruido submarino procedente de los buques puede tener importantes repercusiones en la vida marina. El Puerto de Vancouver (Canadá), miembro AIVP y líder del programa ECHO, publicó en diciembre 2023 su nuevo Plan de Gestión del Ruido Submarino, lo que demuestra la importancia que tiene la mitigación de estos impactos para la autoridad portuaria. El Puerto de Algeciras (España), miembro AIVP, también está poniendo en marcha un proyecto piloto que permitirá evaluar el impacto del ruido submarino en las poblaciones de cetáceos de la Bahía.   

Casi 40 años después de su cierre, el sitio histórico de Govan Graving Docks, en la ciudad escocesa de Glasgow (Reino Unido), será objeto de un ambicioso plan de regeneración del frente costero. La municipalidad aprobó la reapertura del dique seco histórico y su utilización para la reparación de las embarcaciones. La infraestructura constituye el núcleo de un proyecto de desarrollo que incluye más de 300 nuevas viviendas, un parque patrimonial, espacios verdes comunitarios, la reconversión del antiguo edificio de la Pumphouse en centro cultural, senderos y, potencialmente, incluso espacios de atraque para viviendas flotantes. La inversión total se estima en £125 millones, y está previsto que las obras comiencen en 2025, previa aprobación del plan por el Ayuntamiento de Glasgow.

El Gobierno estadounidense ha inyectado una importante suma de dinero para ayudar a sacar adelante el proyecto de terminal eólica offshore en la bahía de Humboldt. La segunda bahía natural más grande del Estado de California ya alberga diversas actividades industriales, sobre todo en el sector maderero. Gracias a una subvención de 426 millones de dólares, el proyecto se pondrá en marcha 2025, con una puesta en servicio prevista para 2029. La infraestructura desempeñara un papel importante en el desarrollo de la industria eólica marina y el Estado de California pretende alcanzar 25 GW de potencia instalada para el año 2045. La terminal va a ser clave para el futuro de las comunidades vecinas, ya que el condado cuenta con apenas 130.000 habitantes (15 habitantes/km²).