Se clausuró el sábado 18 de noviembre, con visitas técnicas a las infraestructuras portuarias de Venecia-Marghera, la conferencia mundial de ciudades portuarias, que contó con una participación internacional récord para este tipo de eventos de la AIVP: 45 ponentes 320 delegados inscritos procedentes de 41 países.

El objetivo era debatir un nuevo modelo de relación entre instituciones portuarias, ciudadanos y stakeholders para superar juntos los retos cada vez más urgentes a los que se enfrenta toda ciudad en un escenario de emergencia climática y -en algunos contextos- también de crisis económica y social.

Entre las mejores prácticas presentadas se encontraban las de Nueva York, Sidney, Dakar, el Caribe, Maputo, Amberes, Marsella, por citar sólo algunas.

El mensaje que emerge alto y claro a nivel mundial y que se llevará a la próxima COP 28 es que para hacer frente a los retos de la sostenibilidad, los puertos pueden actuar como motor y acelerador de la transición verde y, más en general, para desplegar soluciones innovadoras para ciudades más sostenibles, lidiando cada día con un contexto internacional, de intercambio y de innovación técnica mucho más amplio, pero esto sólo será posible con el compromiso de las comunidades locales y las partes interesadas.

Como indicó en su discurso el presidente de la AIVP, Edouard Philippe:

“Si las tensiones internacionales van en aumento, es porque vivimos en una época marcada por la aceleración del cambio climático y la creciente preocupación por la capacidad de nuestra comunidad internacional para cumplir sus compromisos medioambientales.

(…)

Las ciudades portuarias son las primeras en verse afectadas por el calentamiento global, pero no olvidemos que también son las primeras en aplicar soluciones sostenibles.

(…)

Nos corresponde a todos, como ciudades portuarias, considerar esta transición (ecológica) como una prioridad y como una oportunidad para seguir plenamente implicados en nuestros territorios. Y a todos nosotros (los líderes de las ciudades portuarias) nos corresponde asumir nuestras responsabilidades apoyando y acelerando la descarbonización de la economía marítima, empezando por el transporte marítimo.

(…)

La AIVP está pues decidida a defender, ante las instancias internacionales, nuestra ambición de erigirnos en territorios ejemplares e innovadores en materia de descarbonización y protección del medio ambiente.”

El presidente de la Autoridad del Sistema Portuario de Mar Adriático Norte, Fulvio Lino Di Blasio, coorganizador del evento, declaró: “Hoy es el momento adecuado -¿quizá el último? – para redefinir la identidad de las ciudades portuarias, que están en “primera línea” para hacer frente a retos muy duros: defensa de la costa frente a la subida del nivel del mar, protección de los ecosistemas, economía circular, energías alternativas, etc.: si vemos estos retos como una fuente de “conflictos”, donde diferentes actores aportan instancias difíciles o imposibles de conciliar, no podremos ganarlos. Pero las ciudades portuarias son también “puentes” entre la tierra y el mar, son excelentes “bisagras” que unen, son “laboratorios” donde experimentar la coexistencia, el desarrollo según una finalidad común que debe reunir de forma “holística” todas las dimensiones de la sostenibilidad: esta es la perspectiva que hemos adoptado en la gestión del sistema portuario del Véneto, la única que creemos capaz de generar valores duraderos para nuestro territorio.”

Para hacer más evidente en todo el mundo el papel que pueden desempeñar las ciudades portuarias en el diseño de nuevos modelos, la AIVP ha lanzado el Premio Antoine Rufenacht (AR), en honor del fundador de la asociación, antiguo alcalde de la ciudad marítima de Le Havre; el premio hará hincapié en proyectos ejemplares de ciudades portuarias con respecto a parámetros relacionados con la Agenda 2030 perseguidos a través de una estrategia integral de desarrollo de la ciudad y del ecosistema al mismo tiempo.

La primera edición del Premio AR verá la luz en 2024 con la ceremonia de entrega de premios que se celebrará en Lisboa, ciudad-puerto que acogerá el próximo año la Conferencia Mundial de la Aivp.