El puerto de Auckland (Nueva Zelanda) ha anunciado que está a punto de finalizar su solución contra las incrustaciones biológicas en el puerto para limpiar zonas específicas de los buques. Las incrustaciones biológicas, es decir, la acumulación indeseable de microorganismos, plantas, algas y animales en las superficies sumergidas de los buques, como el casco, contribuyen en gran medida a la proliferación de especies invasoras y pueden afectar a la eficiencia energética de los buques. Una vez aprobado y ampliado, el proyecto piloto tiene por objeto proporcionar a las líneas de transporte marítimo y a los operadores de cruceros la confianza necesaria para operar en aguas neozelandesas, manteniendo al mismo tiempo la bioseguridad y contribuyendo a preservar el medio ambiente marino del país. La solución reducirá la necesidad de limpiar los buques en alta mar, lo que facilitará el acceso al puerto. Se espera que esta solución entre en funcionamiento en el verano de 2026.