AIVP – En esta entrevista nos centramos en el tema de la gobernanza, particularmente en el contexto chileno y la legislación que creó los “Consejos Ciudad Puerto”. Hay numerosas innovaciones en Talcahuano y en otras ciudades portuarias chilenas que podrían interesarles nuestros miembros, incluyendo el funcionamiento de la Comunidad Logística de Talcahuano (Comlog).

Entrevista con Rodrigo MONSALVE RIQUELME, Gerente General

y

Guacolda VARGAS CRUZ, Gerenta de Desarrollo y Sostenibilidad

EMPRESA PORTUARIA TALCAHUANO SAN VICENTE es un miembro de la AIVP desde 2016

Integrar al conjunto de actores

AIVP – ¿Cómo consiguen representar todos los actores incluyendo a la sociedad civil en su sistema de gobernanza?

Rodrigo MONSALVE RIQUELME, Gerente General La Ley 19.542 definía la creación de los Consejos Ciudad Puerto con representantes del Estado a nivel regional, en las diferentes áreas relevantes (autoridades locales, gobiernos regionales y autoridad portuaria). En 2014, el Ministerio de Transportes solicitó que se aplicase el mencionado artículo, para el que hasta ese momento no se había definido un reglamento.

Nosotros comenzamos a trabajar con el Consejo Ciudad Puerto, con buenos resultados de integración local, especialmente con la Municipalidad. El año 2018 se publicó el reglamento que integró nuevos actores y definió que fuese presidido por el intendente Regional. Cada tres meses se reúne el Consejo Ciudad Puerto, que además está integrado por otras autoridades sectoriales regionales para acordar y hacer seguimiento a temas de interés público relacionados con promover un desarrollo armónico de la ciudad y sus puertos. Complementando a este Consejo, tenemos un Comité Portuario de Coordinación de Servicios Públicos, en funcionamiento efectivo desde 2014, con los entes técnicos para resolver potenciales conflictos a nivel portuario, entre los actores logísticos y las autoridades (sanitarias, marítimas, aduanas, etc.). Finalmente, existe igualmente una mesa de trabajo a nivel regional, con actores públicos y privados, para para resolver problemas generales en la logística.

Todas estas instancias se complementan con la Comlog, que sólo está integrada por entidades privadas, lo que permite una resolución de los problemas bastante rápida. El camino de la Comlog no fue fácil, pero poco a poco generamos una relación de confianza y cooperación. Fue fundamental que la empresa portuaria actuase como actor neutral, para reunir a empresas de distintos eslabones de la cadena logísticas y que pueden competir entre sí. La Comlog funciona con gran éxito y hoy en día a través de 3 líneas de trabajo: conectividad, procesos e integración con la comunidad.

El gran desafío en la actualidad es definir su continuidad, ya que, tras un periodo inicial, no vamos a seguir presidiendo la comunidad, y deberá ser un actor del sector privado. Estamos trabajando con la comunidad para definir un nuevo sistema, y todas las opciones están abiertas, desde hacer una institución sin ánimo de lucro, hasta continuar como una mesa de trabajo.
Con respeto a la relación con la sociedad civil, la comisión encargada de la relación con la población, insistiendo en el tema de la capacitación, con la formación tanto de trabajadores portuarios como de estudiantes secundarios. También trabajamos para generar conocimiento sobre el puerto y las actividades portuarias, además de mantener canales de comunicación para eventuales conflictos o externalidades negativas, anticipando su resolución.

Puertos de Talcahuano presento Reporte de sostenibilidad integrado 2020 junto a grupos de interés © Empresa Portuaria Talcahuano San Vicente

Mantener un equilibrio entre los usos portuarios y los usos urbanos

AIVP – Uno de los aspectos esenciales para AIVP es la gobernanza de los espacios compartidos.
¿Cómo consiguen establecer un equilibrio entre los usos portuarios y los usos urbanos del territorio, y cómo redactan el plan de urbanismo conjuntamente con la alcaldía?

Rodrigo MONSALVE RIQUELME – Esta actividad tiene que ver mucho con la buena relación institucional que hemos tenido siempre con los alcaldes, independientemente de su color político, lo que demuestra que Talcahuano como municipalidad tiene una comprensión de la importancia de la actividad portuaria. Igualmente, la situación geográfica ayuda, ya que nuestro mayor puerto, el de San Vicente, está en una zona principalmente industrial. La población que vive cerca, en general tiene familiares, que son trabajadores portuarios o de actividades conexas, por lo que conocen las características de la actividad portuaria. Cuando se creó en 1960 la Empresa Portuaria de Chile, San Vicente era una comunidad pesquera, en parte donde está actualmente el puerto. Un programa de compensación a los pesqueros fue establecido, de manera que hay una buena relación histórica con ellos, pese a las tensiones naturales producto del crecimiento de ambas actividades económicas. El puerto de Talcahuano en sí mismo está en el borde central de la ciudad, no lejos de la plaza mayor, por lo tanto, muy integrado con la ciudad, pero es un puerto de menor volumen, que se proyecta a no más de millón de toneladas al año, por lo que genera pocas externalidades negativas.

© Empresa Portuaria Talcahuano San Vicente

El principal proyecto de conectividad de los últimos años es la Ruta Interportuaria, imaginada para conectar los puertos sin congestionar el interior de la ciudad. Trabajamos con el ministerio de obras públicas para que la ruta interportuaria se conecte con San Vicente, generando una vía exterior a la ciudad segregando el tráfico de camiones de los vehículos ligeros, con un efecto positivo para la población. Ya se ha concluido el estudio hecho por el gobierno chileno, de manera que el paso siguiente es obtener los recursos para su ejecución en la ley presupuestaria del año próximo.

Además, trabajamos con la municipalidad, en otros proyectos como el “Molo Blanco”. Este es un espacio en el borde costero, obsoleto en términos de usos portuarios de transferencia pura, que puede ser reincorporado en el territorio comunal cuando se modifique el plan regulador para uso ciudadano y portuario turístico. Es un espacio muy importante, hoy incluye el mercado municipal provisorio, también hay una zona donde actualmente atracan naves pesqueras. Nuestra coordinación con la alcaldía es directa para crear usos beneficios para todos, inspirándonos en el caso de Hamburgo, salvando las diferencias.

Consiguir un desarrollo de los cruceros con la calidad de vida

AIVP – La rehabilitación de los terrenos baldíos es siempre una oportunidad para desarrollar nuevas actividades, como el turismo. Aunque nuevas actividades como los cruceros sean una oportunidad para territorios con un potencial turístico, como la región del Biobío, a veces pueden afectar la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Cómo consiguen un desarrollo armónico de los cruceros con la calidad de vida de los ciudadanos?

Rodrigo MONSALVE RIQUELME – En Chile la mayoría de los cruceros se concentran en Valparaíso y San Antonio, mientras que Talcahuano está a mitad del camino entre Valparaíso y Puerto Montt. En nuestro caso, creemos que hay una oportunidad de dar servicio de apoyo a las naves cruceros. Además, nuestra bahía de Concepción es la más tranquila de Chile, complementada por una refinería de petróleo y de GNL, y el astillero Asmar, el más grande de la zona Sur Pacífico, con la ciudad dando igualmente servicios adicionales.

Impulsamos una mesa de cruceros regional en 2015, ligado igualmente a recuperación de la ciudad después del terremoto de 2010. Verificamos que teníamos una gran oportunidad con las naves de cruceros especiales, ya que tenemos un aeropuerto a 10 minutos del Puerto de Talcahuano. Estas naves de lujo, más pequeñas, vienen de Oceanía, Polinesia, Hawái, la Isla de Pascua, y llegan al puerto de Talcahuano antes de irse hasta Antárctica y el sur de Chile, nos permiten transformarnos en un “home port”.

Igualmente, seguimos trabajando con los cruceros de gran escala, aunque es un trabajo de largo plazo. Lamentablemente por la pandemia se interrumpió el desarrollo de cruceros, pero estamos en contacto con las navieras que llegan a Chile a través de nuestra asistencia anual al Seatrade que se realiza en los EE. UU. Para el desarrollo del sector, ha sido fundamental nuestro trabajo en la mesa regional.

En relación con las externalidades negativas, para el momento no se aprecian, porque las naves de cruceros son pequeñas, con no más de 200 a 400 pasajeros, muy diferente de las naves con 3000 turistas de otros casos. Todos los ciudadanos son muy entusiastas para acoger a los cruceristas.

© Empresa Portuaria Talcahuano San Vicente

Facilitar el equilibrio entre vida laboral, personal y familiar

AIVP – Hace unas semanas, el puerto de Talcahuano recibió el “Sello Iguala” reconociendo los esfuerzos para la conciliación de la vida laboral, familiar y personal.
¿Pueden darnos más detalles sobre su programa equidad e inclusión?

Rodrigo MONSALVE RIQUELME – El Sello Iguala es un reconocimiento del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, producto del trabajo que hemos estado realizando anteriormente y ahora. Esto se logró por tres grandes elementos. Primero, es que nuestra empresa siempre respetó el principio de no-discriminación. Lo único que teníamos que hacer era sistematizar estos principios, especialmente en nuestro proceso de selección de personal. En el mercado de trabajo ocurre que hay personas más cualificadas y mayor trayectoria laboral que otras, por lo que es necesario que haya una cierta flexibilidad de selección. Nuestras reglas evitan el riesgo de que esta flexibilidad sea mal utilizada y se discrimine a una mujer, ya que nuestros concursos tienen enfoque de género. Además, tenemos particular atención al lenguaje inclusivo tanto en la forma oral como en el escrito.

El segundo gran punto de éxito fue el apoyo que recibimos de nuestro personal que trabajó en forma entusiasta durante todo el proceso. Y el tercero, es el trabajo del comité de equidad de género de la empresa, que está integrado por la dirección y distintos profesionales, y que se entusiasmó y trabajó de una forma increíble.

Ahora en términos de las medidas facilitación de la vida laboral, personal y familiar, estas se formalizaron y evalúa continuamente su efectividad. Hace tiempo, nos dimos cuenta de que deben favorecer tanto a mujeres como a hombres, en diversas situaciones cotidianas, por ejemplo, como cuando un padre pide el permiso a su jefe para llevar el niño al colegio o al liceo, antes la respuesta del jefe era “bueno, ¿y tú señora?”. Esto, lamentablemente, e parte de la cultura chilena, que hoy en nuestra empresa está en retirada, ahora con las medidas de conciliación de vida familiar se promueve la corresponsabilidad, la conciliación es para todos y todas, de igual forma.

© Empresa Portuaria Talcahuano San Vicente

Antes de esta certificación ya desarrollábamos acciones de conciliación: primero, nosotros ya teníamos un sistema que permite adaptar el horario de trabajo, de manera que los trabajadores y trabajadoras pueden adaptar su horario a la escuela de sus niños. El segundo elemento es que tenemos un horario de verano, y durante cuatro días de la semana el personal puede extender su tiempo trabajado de 45 minutos de manera que el miércoles o el viernes puede trabajar solo medio día. El tercer elemento es la pausa de almuerzo flexible, que se puede extender, permitiendo que sea después compensado. Estos son elementos ayudan a la conciliación de la vida familiar. Con la normalización hemos puesto por escrito estos elementos de manera que sean sistematizados.

El programa “Puerto Educa”

AIVP – Un tema muy relevante para la AIVP es la educación, pues para una gobernanza que realmente implica a la ciudadanía, hay que explicar lo que es el puerto. La Comlog ha desarrollado un programa específico llamado “Puerto Educa”.
¿Puede explicarnos en que consiste este programa?

Guacolda VARGAS CRUZ, Gerente de Desarrollo y Sostenibilidad – Primero, cuando creamos Comlog en 2006, la vinculación de la industria con la educación ya era un tema de interés entre las empresas. Por lo tanto, cuando definimos los objetivos de esta comunidad logística, se definió como “medio de integración y vinculación” para reforzar la identidad portuaria de manera que la ciudadanía pueda saber claramente su historia portuaria (¡Talcahuano se creó en el siglo XVIII como puerto!). Pero esta preocupación debe vincularse también con las nuevas generaciones, para que cuando vayan a ingresar al mundo laboral, sean más conscientes del funcionamiento del sector. Así, Puerto Educa es un programa que como Puertos de Talcahuano vemos mucho más allá de la idea de dar conocer la industria. De hecho, este programa invita a los colegios y escuelas a venir al puerto, y también permite hablar con las juntas de vecinos que viven a cerca, porque muchas veces por no conocerlo, aparece el miedo, y al descubrirlo se sorprenden. Además, organizamos diferentes visitas para que tengan una visión completa.

© Empresa Portuaria Talcahuano San Vicente

Nos parece que Puerto Educa refleja correctamente lo que queremos hacer. La Pandemia nos obligó a cambiar el relacionamiento a partir del 2020. Organizamos “charlas” con los liceos, primero sólo con el liceo polivalente que forma futuros trabajadores de la industria logística portuaria, y luego empezamos invitar a estudiantes en formación universitaria y profesional. Este programa ayuda contar la industria, de alguna manera la “experiencia de la empresa al aula”.

Nuevas relaciones frente a los desastres naturales

AIVP – Un tema que se separa de la gobernanza “tradicional” es la respuesta a situaciones extremas: accidentes industriales o desastres naturales. La explosión que ocurrió en Beirut en Lebanon puso una vez más este tema al centro de la actualidad. Talcahuano tiene experiencia en estas situaciones extremas, al ser una ciudad portuaria que sufrió un terremoto y un tsunami.
¿Queríamos saber cómo fue el proceso de reconstrucción del puerto y de la ciudad después esta catástrofe de 2010?

Rodrigo MONSALVE RIQUELME – La continuidad operacional es parte de nuestras obligaciones legales. Tenemos un área profesional trabajando permanentemente en la prevención de las crisis y un plan que se activa en coordinación con los planes de crisis de las empresas, en conjunto con las autoridades públicas y con la comunicación destinada a la ciudadanía.

Guacolda VARGAS CRUZ – Además, el año pasado tuvimos desarrollamos nuestra Política de continuidad operacional, e iniciamos un plan de trabajo para operar frente este tipo de emergencias. En este proceso, la gobernanza portuaria público y privada está involucrada en la continuidad operacional del sistema portuario de Talcahuano.

Rodrigo MONSALVE RIQUELME – Con respeto al tsunami, el puerto de Talcahuano perdió el 100% de su capacidad de transferencia de carga. Por ello el Estado de Chile decidió concesionarlo. Después del proceso de Licitación y reconstrucción, en abril 2014 el puerto de Talcahuano recibió su primera nave después del terremoto.

El puerto de San Vicente no sufrió el efecto del tsunami por la configuración de la bahía, pero el terremoto destruyó un 43% de su capacidad de transferencia de carga. El puerto durante los días después del terremoto no continuó sus operaciones porque era un puerto exportador y estas industrias no estaban produciendo.
La verdadera zona cero del terremoto fue Talcahuano, una verdadera “zona de guerra”, ya que hubo también pillajes, incluso en instalaciones portuarias. De hecho, durante los 4 o 5 años siguientes tuvimos incluso que reconstruir nuestra propia oficina.

En el caso de San Vicente, hicimos un trabajo conjunto de ampliación y reconstrucción, comenzando el año 2013 con la construcción de los sitios 4 y 5. En el año 2017 comenzamos la reconstrucción de otros sitios, por ejemplo, que consideraron mejorar la profundidad del puerto. Hoy en día, estamos en la parte final de este proceso, con el frente atraque reconstruido totalmente. Con esfuerzos privados y públicos conseguimos transformar esta crisis en una “oportunidad”, con una inversión total de 120 Millones de US$.

AIVP – Pero la ciudad sufrió también de este terremoto. ¿Hubo algún tipo de cooperación?

Rodrigo MONSALVE RIQUELME – Esta catástrofe creó un cambio radical en la relación puerto-ciudad. Hasta el año 2010, el puerto consideraba que nuestra actividad económica se desarrollaba desde los gates hacia adentro y el relacionamiento con la comunidad era baja. El Directorio de ese entonces tomó consciencia de su vínculo con la comunidad, y ocurrió un cambio estratégico. Comenzamos a trabajar en la relación con la ciudad en forma sistemática a partir del año 2015. Creamos igualmente la Gerencia de Desarrollo y Sostenibilidad que permitió desarrollar nuevas acciones destinadas a la comunidad.

AIVP – Nos parece inspirador que una experiencia tan traumática como un terremoto y un tsunami fueran transformadas en una nueva relación. Evidentemente no puede compensar las consecuencias humanas terribles, pero al menos constituye un aspecto positivo.
Finalmente, indican que a partir de 2015 se creó la nueva gerencia de desarrollo sostenible. ¿Cómo es la interacción entre esta nueva gerencia con los otros servicios del puerto y con los otros socios territoriales?

Rodrigo MONSALVE RIQUELME – La empresa portuaria es históricamente una institución pública, con compartimientos entre los servicios. Crear una nueva gerencia significa modificar la distribución del “poder”, y eso no es fácil. Para conseguirlo, era necesario armonizar visiones distintas y utilizar la calidad profesional de los gerentes, además de mejorar la comunicación entre gerencias.

Guacolda VARGAS CRUZ – Hoy en día todo nuestro plan de desarrollo portuario está vinculado a las acciones con la comunidad. Pensamos en el valor compartido y en el desarrollo sostenible desde el origen de los proyectos.

Rodrigo MONSALVE RIQUELME – Queremos vincular la sostenibilidad económica, social y ambiental. Claro que la sostenibilidad económica depende de nuestras concesiones y significa hoy en día una generación de empleos para la comunidad. También estamos trabajando en la perspectiva de la integración de la sostenibilidad en la licitación del puerto.