Desafío(s)

Recomendación(es)

Financiar los proyectos de desarrollo mediante el modelo de financiación cruzada entre puerto y ciudad

La magnitud de la financiación a la que se debe recurrir para operaciones muchas veces de largo aliento, al igual que la necesidad de convencer y atraer a los inversionistas privados, deben incitar a la innovación en la elaboración de modelos de financiamiento. Su implementación podrá basarse en la creación de estructuras específicas aptas para iniciar y financiar los primeros desarrollos y crear el efecto impulsor necesario.

Buena práctica

Creada en noviembre de 1992, Bilbao Ría 2000 tenía la misión de recuperar zonas degradadas o sectores industriales y portuarios en decadencia en la ciudad de Bilbao, entre los que se encontraba el sector de Abandoibarra, que luego sería emblemático, en que está instalado el museo Guggenheim. Reúne a los principales actores públicos involucrados. Provista de un capital completamente público, aún está constituida como Sociedad Anónima, estatus elegido para conferirle flexibilidad y reactividad. Su misión es doble: programación de los equipamientos y puesta en práctica de las operaciones. Desde 1993, las repercusiones de la política aplicada por Bilbao Ría 2000 han ido creciendo. Al disponer en un comienzo de pocos recursos financieros, Bilbao Ría 2000 debió enfrentar inicialmente la reticencia de los inversionistas privados. Sin embargo, obtuvo del Puerto y de la Sociedad Ferroviaria la cesión de algunos terrenos en contraparte a la realización de nuevas infraestructuras: por un lado, el puerto exterior y, por otro lado, una nueva línea ferroviaria al Sur de la conurbación. Entonces, la adquisición de los terrenos liberados le permitió llevar a cabo una primera operación: la reventa de los suelos para la implantación de residencias en el sector de Ametzola. Para Bilbao Ría 2000, esta operación le reportó los primeros ingresos que serían reinvertidos de inmediato en las operaciones siguientes, en particular, en el sector de Abandoibarra. Posteriormente, la evolución del mercado inmobiliario, principalmente el efecto Guggenheim y las alzas en los precios de los terrenos que generó, luego la provisión de financiación institucional y cofinanciaciones europeas para algunos trabajos grandes, contribuyeron a asentar su credibilidad y, mediante un efecto multiplicador, desbloquearon la reticencia inicial del sector privado. En este punto, hubo una segunda entidad, Bilbao Metrópoli 30, que desempeñó un papel notable. Creado en mayo de 1991 por la administración pública, reúne principalmente a la Ciudad de Bilbao y las municipalidades del Área Metropolitana, el gobierno vasco, el puerto, la Cámara de Comercio, dos universidades y a una centena de participantes privados. Verdadero actor de marketing urbano, no dejó de jugar desde entonces la carta de la valorización internacional de Bilbao.

Más información: Bilbao Ria 2000 ; Bilbao Metropoli 30

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