Lea aquí un extracto del discurso del Presidente de AIVP. El discurso íntegro se puede descargar al final de este artículo.

Señoras y Señores

Queridos amigos,

Sería difícil encontrar un escenario más inspirador para este período de agitación mundial que Venecia.

Venecia, la ciudad mundial desde la que, en 1271, un joven de 17 años partió para seguir a su padre y a su tío en las rutas comerciales de Asia Central, un joven que a su vez se convertiría en comerciante, diplomático y funcionario en la corte del emperador Kubilai, en un momento en que el poder mongol estaba siendo “sinicizado”. Unos años más tarde, este veneciano nos legó un excepcional relato, titulado El libro de las maravillas del mundo, de este momento de reajuste del conocimiento del mundo que fue el siglo XIII. Este veneciano de talento era Marco Polo.

Y si relatara sus viajes a los jóvenes venecianos de hoy, la simetría con nuestra época sería asombrosa. El siglo XIII marcó el comienzo de un enfriamiento climático que duró 600 años -la llamada “Pequeña Edad de Hielo”-, mientras que nosotros asistimos a un periodo de calentamiento global en el que trabajamos activamente para que no dure seis siglos. El siglo XIII fue testigo del primer auge de la globalización, mientras que nosotros estamos experimentando las sacudidas de una globalización que algunos quieren creer que está llegando a su fin. Al siglo XIII se le llamó el “siglo mongol” porque la expansión del imperio mongol -con el famoso Gengis Kan y sus terribles guerreros de Oriente- alteró profundamente la tectónica de las placas geopolíticas: la caída de Bagdad, el comienzo de la liquidación del imperio bizantino, el ascenso de potencias militares, como los mamelucos de Egipto, que intentaron resistir la oleada mongola, el fortalecimiento de los poderes islámicos en el norte de la India y el océano Índico…

Uno de los más grandes historiadores franceses, Patrick Boucheron, habla de una reconfiguración de todo el sistema espacial del mundo antiguo: “Del Mar de China al Mediterráneo, se articulan ahora vastos horizontes interconectados que deslizan toda Eurasia en un gran corredor que pone en contacto a las civilizaciones más antiguas del mundo”, afirma durante una conferencia que dedica a Marco Polo (el 8 de octubre de 2016, en la Cita de la Historia de Blois).

En el siglo XIII, como hoy, la imbricación de los fenómenos climáticos, geopolíticos, económicos y marítimos aparece con aguda intensidad. En el siglo XIII, el enfriamiento climático contribuyó a explicar la violencia de las oleadas de conquistas mongolas. Hoy, el calentamiento del planeta y los nuevos peligros procedentes del Este tienen un impacto directo y masivo en nuestras economías, en el tráfico portuario y, por tanto, en nuestras ciudades portuarias. Así pues, sin necesidad de releer La configuración del mundo de Marco Polo, me alegro de que estemos aquí para reflexionar sobre este reajuste de los conocimientos y del equilibrio del mundo, que repercute directamente en nuestras ciudades portuarias.

Quisiera expresar mi más sincero agradecimiento a nuestro socio y miembro, la Autoridad Portuaria del Mar Adriático Norte, que ha colaborado con nosotros en la organización de este acto. Quiero dar las gracias a la Ciudad de Venecia y a la Marina por acogernos en el corazón de este arsenal histórico, y a todos ustedes por haber venido para que podamos trabajar juntos para avanzar.