Entrevista con Marie-Luce PENCHARD, Presidenta del Consejo de Vigilancia, Guadeloupe Port Caraïbes.

El Grand Port Maritime de la Guadeloupe acaba de ratificar la Agenda AIVP 2030. Los 10 objetivos de nuestra agenda se reflejan ampliamente en las acciones que han sido llevadas a cabo estos últimos años por parte del puerto, y en sus proyectos en curso. Es especialmente el caso, para proyectos que son tantas variantes de tres de los objetivos de nuestra Agenda: adaptación al cambio climático; transición energética y economía circular; y protección de la biodiversidad.

GUADELOUPE PORT CARAÏBES es miembro activo de la AIVP desde 2009

AIVP – Guadalupe se encuentra particularmente expuesta a las consecuencias del cambio climático, y el puerto resultaría especialmente afectado. ¿Puede recordarnos los desafíos que enfrentan ustedes y las soluciones previstas o realizadas para enfrentarlos, ya sea con relación a las infraestructuras portuarias mismas, o bien para la interfaz Ciudad Puerto?

Marie-Luce PENCHARD, Presidenta del Consejo de Vigilancia, Guadeloupe Port Caraïbes – El cambio climático afecta cada vez más los recursos naturales, especialmente los recursos hídricos y los ecosistemas acuáticos. En nuestra región del Caribe, la intensidad y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos aumentan, amenazando los territorios, el desarrollo económico y social y el medioambiente. El archipiélago guadalupense, localizado en el arco del Caribe, entre el Trópico de Cáncer y el Ecuador, tiene una abundante biodiversidad con paisajes diversos: cerros, bosques tropicales, playas de arena finas, ríos y cascadas, manglares, mesetas, arrecifes coralinos, costas rocosas…. También tiene una notable fauna terrestre y marina, con numerosas especies autóctonas. Las aguas guadalupenses albergan a 23 especies de cetáceos protegidos por convenciones internacionales (CITES y Convención de Cartagena).
Guadalupe también hace parte del santuario AGOA creado en 2010, que permite mejorar el conocimiento y el control de actividades potencialmente dañinas para los cetáceos.
Esta riqueza de la biodiversidad implica el hecho de que el medio sea especialmente sensible a las actividades humanas y a los cambios climáticos.

Nuestra infraestructura y nuestro sector portuario que se encuentra distribuido en 5 sitios se ven por lo tanto afectados por la problemática del calentamiento global, por varios motivos:

  • la producción agrícola local exportada por el puerto (frutas, verduras, caña de azúcar) es sensible a los cambios climáticos;
  • los fenómenos climáticos extremos pueden perturbar seriamente la actividad del puerto (interrupciones del tráfico, destrucciones…);
  • la elevación del nivel del mar desgasta los hormigones en contacto con el agua salada y provoca riesgos de inmersión en algunas áreas (especialmente los accesos viales) y en las redes (eléctrica, aguas residuales,…).

Adaptarse al cambio climático implica entonces disminuir la vulnerabilidad y la exposición a los choques a los cuales se encuentra sujeto el sector portuario, y de forma más global, los territorios asociados:

  • protegiendo a las poblaciones y a los usuarios directos e indirectos del puerto, incluyendo los de la interfaz Ciudad/Puerto;
  • protegiendo el aparato productivo y las infraestructuras;
  • protegiendo los medios naturales;
  • participando en la atenuación, en un contexto de alza de la actividad portuaria.

El Consejo de Vigilancia que presido estructuró entonces su estrategia quincenal alrededor de ambiciones fuertes, entre las cuales se encuentra la adaptación al cambio climático. La puesta en práctica de medidas de adaptación a través de su Plan Aire Clima Energía (PACE) debe permitir limitar el costo de sus impactos y obtener un feedback de experiencia, permitiendo adaptar las medidas de acuerdo con ello.

Cabe citar, entre dichas medidas de adaptación ya realizadas o previstas:

  • la restauración directa de los medios naturales: ecosistemas marinos y terrestres (manglares, zosteras, arrecifes coralinos);
  • la reducción de las emisiones con efecto invernadero y, en consecuencia, la descarbonización de las actividades portuarias mediante el desarrollo de energías renovables y la introducción de una contabilidad de carbono;
  • el establecimiento de una economía circular en los puertos que permita limitar las emisiones relacionadas con el consumo energético, la exportación de residuos y la movilidad entre empresas.


AIVP –
Ustedes desean entablar la transición energética del puerto. También habían respondido a una convocatoria de proyectos de la ADEME con un proyecto de economía circular para la Zona Industrial-Portuaria de Jarry. ¿Cuáles son los desafíos específicos de este territorio? Y, ¿hasta la fecha cuales son las principales acciones de este programa de economía circular?

Marie-Luce PENCHARD, Guadeloupe Port Caraïbes – La hoja de ruta del gobierno para la Economía Circular fue publicada en abril de 2018 y contiene 50 medidas, entre las cuales una se refiere directamente a la ecología industrial y territorial. La medida 46 establece específicamente el deseo de reforzar las sinergias entre las empresas y promover el EIT en los esquemas regionales (PRPGD y SRDEII) de las Regiones.


Guadeloupe Port Caraïbes es uno de los principales actores del desarrollo económico y de los intercambios de Guadalupe. Hasta la fecha, cerca de 95 % de los intercambios de la isla pasan por sus instalaciones portuarias, especialmente por la zona industrial-portuaria (ZIP) de Jarry, que concentra la mayoría de las actividades industriales de Guadalupe en el ámbito de la logística portuaria y de la producción energética. Cuando implementamos nuestra estrategia de ecología industrial, haciendo un llamado a nuestros usuarios y clientes, constatamos un gran interés que, de hecho, sobrepasaba las fronteras de nuestro ámbito portuario.

Las acciones contempladas son muchas, y son necesarias en un medio insular, para crear valor agregado mediante la mutualización, el reciclaje, la transformación y recuperación de materiales y fluidos.

Nuestro programa de acciones, cuyo estudio ha sido cofinanciado por la ADEME, contempla, por ejemplo:

  • la recuperación del cartón y de los pallets: una orientación hacia el desarrollo de una cadena de extracción de la celulosa a partir de la acumulación de cartones y de papeles recogidos en Jarry y en Guadalupe parece ser la más pertinente. Además, esta actividad podría permitir la recuperación del vapor proveniente de la central térmica de Jarry;
  • la producción y el autoconsumo de energía fotovoltaica: también fuimos ganadores de una convocatoria de la ADEME en mayo de 2019, de proyectos relativos al financiamiento de proyectos de soluciones de recarga para vehículos eléctricos (VE) alimentados con electricidad de origen renovable y que impacten muy poco en la red eléctrica local. Este proyecto de 280.000€ financiado en un 70% permitirá que equipemos el techo de la estación marítima de pasajeros y que instalemos casa sombras sobre el estacionamiento. Además de la alimentación de vehículos eléctricos, el excedente de producción no-consumida será dedicado al consumo eléctrico de nuestra estación.

AIVP – Es sin duda temprano para realizar una primera evaluación de este programa. ¿Pero tal vez podría indicarnos cuáles han sido los obstáculos que han tenido que enfrentar para poder ponerlo en práctica, y cómo los han logrado superar?

Marie-Luce PENCHARD, Guadeloupe Port Caraïbes – La orientación de nuestro territorio dirigida hacia la economía circular es una realidad económica, integrada por las empresas y las colectividades. El tema de la recuperación de los desechos en nuestra isla es el ejemplo de ello. Pero es sobre todo la gobernanza de las acciones resultantes del programa de Ecología Industrial y Territorial (EIT) que necesita madurar.

Es la razón por la cual Guadeloupe Port Caraïbes participó en 2019 en la creación de la misión EIT de Guadalupe, dentro de SYNERGILE, y se convirtió en un miembro activo de su comité directivo junto al Estado, la ADEME y las Colectividades. Establecimos entonces una alianza con la estructura SYNERGILE con el fin de estimular la puesta en práctica operativa de los proyectos, y de prevenir los riesgos de dispersión, en un mismo territorio, de iniciativas no coordinadas relacionadas con la ecología industrial y territorial.

AIVP – Ustedes lanzaron en 2016 un plan de gestión de los espacios naturales muy voluntarista, el proyecto Cáyoli. De hecho, ese año pudieron presentarlo en nuestra 15ª Conferencia Mundial Ciudades y Puertos, en Róterdam. ¿Cuáles son los objetivos principales y los resultados actuales de las distintas acciones emprendidas?

Marie-Luce PENCHARD, Guadeloupe Port Caraïbes – Cáyoli, el programa medioambiental de Guadeloupe Port Caraïbes, fue lanzado en junio de 2016 y marcó un momento decisivo para la integración de las problemáticas medioambientales en el corazón de la actividad portuaria.

Nuestro compromiso ambiental está reconocido a nivel nacional y europeo por su diseño innovador y sus ambiciosos objetivos en términos de preservación y restauración de los medios naturales. En cifras, Cáyoli es un programa proyectado en 15 años, de 4 millones de euros, con un objetivo de preservación de 17 hectáreas de medios naturales.

El principio central de Cáyoli es un enfoque global de los desafíos medioambientales: los ecosistemas no deben ser pensados como espacios segmentados, y es la conexión entre ellos que debe ser restaurada, preservada y mantenida. Las dimensiones sociales y económicas, que considero fundamentales, fueron la base de la construcción del programa:

  • reforzar la colaboración y lograr una dinámica de concertación entre los actores;
  • anclar las acciones en un largo plazo (planificación para los próximos 15 años);
  • promover una mayor coherencia entre los corredores ecológicos;
  • favorecer, dentro de la circunscripción portuaria, la implementación de actividades económicas que presenten una plusvalía medioambiental;
  • conciliar mejor la conservación del medioambiente con el desarrollo económico.

Nuestro compromiso es muy concreto ya que varias acciones han sido ya lanzadas. A modo de ejemplo:

  • la creación de un vivero de manglares, siendo que el objetivo era crear un vivero capaz de producir plantas trasplantables;

La Presidenta del Consejo de Vigilancia, Sra Marie-Luce PENCHARD, el Presidente de la Junta Directiva, Sr. Yves SALAÜN,
y los equipos del taller de inserción de la asociación Yon A Lòt plantaron las primeras plántulas de manglares.. Video

  • la restauración de áreas de anidación de tortugas marinas en uno de los territorios situados en las cercanías de la zona portuaria;
  • la restauración de viveros capaces de producir esquejes de corales trasplantables. Dos especies protegidas amenazadas ya fueron definidas como focos para las acciones de preservación y de restauración: los corales el cuerno de alce (Acropora palmata) y el coral cuerno de venado (Acropora Cervocornis).
  • una piscifactoría paralarvas de peces costeros. Las larvas, capturadas en un medio natural por pescadores, son criadas hasta que alcancen un tamaño “refugio”, que les permite escapar de los predadores. De forma global, este cultivo consiste en una captura de las larvas en un medio pelágico por pescadores profesionales especialmente formados para este tipo de pesca. El desafío principal del programa medioambiental es actuar directamente en el estado de salud de los hábitats. La idea principal es que cuando los medios son sanos y funcionales, las especies se reinstalan. Sin embargo, Guadeloupe Port Caraïbes deseó trabajar también en algunas especies costeras con el fin de dinamizar los recursos pesqueros. A principios de diciembre, más de 800 peces y crustáceos fueron liberados en la bahía Petit-Cul-de-Sac-Marin.

Otras actuaciones abarcan sur el acondicionamiento de los sitios, el equipamiento y el desarrollo de actividades capaces de garantizar su gestión sostenible: la instalación de fondeos ecológicos, la realización de un sendero educativo submarino y la instalación de micro-hábitats para la fauna marina.

Le invito a descubrir el conjunto de estas acciones en la página web que le hemos dedicado a nuestro programa medioambiental: https://www.cayoli.fr/: https://www.cayoli.fr  ; Video

AIVP – El proyecto Cáyoli también tiene un conjunto de actividades dedicadas a la sensibilización con relación a la protección de la biodiversidad. ¿Cómo se traduce esto concretamente, y qué retroalimentaciones han tenido acerca de las acciones que ya han sido puestas en práctica con relación a esto?

Marie-Luce PENCHARD, Guadeloupe Port Caraïbes – Cáyoli Junior es el componente de pedagogía y sensibilización medioambiental del programa. El principio es simple: para proteger bien, hay que conocer bien. Y es preciso constatar que los ambientes naturales litorales se conocen, frecuentemente, poco o mal.
De esta forma, para el lanzamiento de Cáyoli junior, vivimos dos momentos culminantes:

  • el primero fue un concurso artístico con alumnos de secundaria, en torno a la preservación de los océanos. Una fecha simbólica fue elegida para la entrega de los premios: el 8 de junio, el día mundial de los océanos;
  • el segundo fue la firma de una convención con el Rector del distrito educativo de Guadalupe que tenía como objetivo el desarrollo de herramientas y de proyectos de sensibilización a la protección de ecosistemas costeros.

Más concretamente, para nosotros se trata de:

  • co-producir herramientas que permitan contextualizar las enseñanzas, en especial sobre las temáticas siguientes:
    • biodiversidad marina (medios destacables y fauna);
    • desafíos marítimos (historia y patrimonio del GPMG, comercio marítimo y profesiones marítimas);
    • residuos (contaminación de los océanos y soluciones innovadoras);
  • Organizar un encuentro anual con estudiantes en torno al día mundial de los océanos.

Es, de hecho, en este contexto que se sitúa el proyecto “Adopto un manglar”, que reúne la restauración ecológica y un programa de sensibilización.

Fue llevado a cabo durante todo el año escolar, con estudiantes de 7 a 10 años. Video

AIVP – Cáyoli encontrará una continuación en su proyecto Adapt’Island que ha sido seleccionado por la Unión Europea en el marco del programa Life. Por supuesto que volvemos a encontrar en él los desafíos de la adaptación al cambio climático de los cuales hablábamos al principio de esta entrevista. Para concluir, ¿puede decirnos qué esperan de él y de qué formas esto podría hacer evolucionar su plan de acciones relacionadas al clima?

Marie-Luce PENCHARD, Guadeloupe Port Caraïbes – Desde hace 10 años, el GPMG ha llevado a cabo una integración de las problemáticas medioambientales en la actividad portuaria. El proyecto adoptado por los próximos 5 años es testigo de la madurez de la institución con relación a este tema. De ello depende la perennidad de las instalaciones y las actividades del GPMG para quienes fue realizada una elección ambiciosa: la de dedicar parte de sus esfuerzos financieros al desarrollo de un nuevo modelo de adaptación al cambio climático, integrando soluciones basadas en la Naturaleza según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Estas soluciones se ven también reflejadas en nuestra Estrategia Aire Clima Energía (PACE) ya que son también desarrolladas en el proyecto Adapt’Island.

Las soluciones basadas en la Naturaleza hacen ahora parte de nuestras opciones privilegiadas para responder a los objetivos de atenuación y de adaptación fijados por el Acuerdo de París con relación al clima. Son flexibles, y representan una alternativa viable económicamente y sostenible, frecuentemente menos costosa en el largo plazo en comparación a inversiones tecnológicas o la construcción y la mantención de infraestructuras. Se caracterizan por aportar numerosos beneficios, por permitir responder de forma simultánea a los desafíos de la erosión de la biodiversidad y del cambio climático, y por proyectar de forma realista ante los niveles técnicos y económicos, una adaptación de los territorios a las futuras condiciones de vida.