Mientras la pandemia sigue asolando a los Estados Unidos, hay otra crisis que subyace, una más silenciosa, pero aún más peligrosa: la del cambio climático. Durante los últimos años sus enormes consecuencias ya se han hecho sentir en algunos sectores de los Estados Unidos, como California, donde en 2018 y 2020 se produjeron terribles megaincendios. Las ciudades portuarias californianas afrontaron el desafío, y entre ellas, por sus impresionantes esfuerzos de adaptación al cambio climático, San Diego suele destacarse. Una ciudad portuaria resiliente y neutral en cuanto a emisiones de carbono: esta es la aspiración que ha venido planteando desde hace muchos años el Consejo administrativo del puerto de San Diego. Después de Los Ángeles y Long Beach, este es el cuarto mayor puerto de California, y el tercero en lo que a tráfico de cruceros se refiere. La conservación del medioambiente es una función clave que el puerto de San Diego desempeña con cuidado. En consonancia con el objetivo n.° 1 de nuestra Agenda de la AIVP para 2030, analizamos junto a Michael Zucchet, presidente de la Junta de Comisionados del Puerto de San Diego durante 2021, la sostenibilidad y resiliencia del borde costero.
El Puerto de San Diego es miembro de la AIVP desde 2015.
Soluciones para reducir las emisiones de Co2
AIVP – Ustedes han dejado en claro que uno de sus principales compromisos es la reducción del impacto del carbono de San Diego, así como lograr una mejor calidad del aire. Su autoridad portuaria desea incentivar lo más posible el uso de energías renovables y de combustibles alternativos a fin de cumplir con los objetivos de su Plan de acción sobre el clima y la “Estrategia marítima de aire limpio”. Las medidas técnicas, tales como las microredes o el almacenamiento en baterías, son también claves para optimizar el consumo energético.
¿Podría hablarnos más acerca de sus soluciones para disminuir la contaminación atmosférica y las emisiones de carbono o gases de efecto invernadero?
Michael Zucchet, presidente de la Junta de Comisionados del Puerto de San Diego – Nuestra jurisdicción abarca 34 millas de borde costero alrededor de la bahía de San Diego y limita con cinco ciudades, por lo que resulta vital que haya buena convivencia y que defendamos la inversión y el uso de nuevas tecnologías de aire limpio a fin de reducir las emisiones marítimas y mejorar la calidad general del aire. Esto es importante, no solo con respecto al clima, sino también para garantizar que todos quienes vivan, trabajen y se desenvuelvan en la bahía de San Diego o sus alrededores respiren aire limpio.
Para tener un puerto más limpio y ecológico, debemos imponernos objetivos, ideales y expectativas claros tanto a nosotros mismos como a quienes trabajan con el puerto de San Diego o desean hacerlo. Además, a fin de prepararnos para el éxito, debemos llevar a cabo una planificación estratégica más que con base en cada proyecto.
Con objeto de establecer metas y priorizar proyectos destinados a seguir disminuyendo las emisiones asociadas al tráfico marítimo y mejorando la calidad del aire, trabajamos junto a nuestras partes interesadas, socios y comunidades vecinas en el desarrollo de una Estrategia de aire limpio en el mar, o MCAS. Esto nos ayudará a determinar cuáles de nuestras iniciativas son factibles en lo económico, como, por ejemplo, el desarrollo de un programa de transporte de mercancías por carretera en camiones eléctricos de tramos cortos y en varias fases por una o más rutas desde o hacia nuestra terminal, o el reemplazo de los equipos de manejo de carga más contaminantes por equipos cero o casi cero de manejo de carga. Además, esto ayudará a aclarar la función que podemos desempeñar en apoyo de nuestras empresas concesionarias y operaciones de terminales en la transición hacia las tecnologías cero y casi cero. La estrategia MCAS será una extensión de nuestro Plan de acción sobre el clima, en el que se establecen objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Aprobamos el plan en 2013 y estuvimos entre los primeros puertos de los EE. UU. en implementar un Plan de acción sobre el clima. Hasta el momento hemos tenido éxito, ya que antes del año 2016 habíamos cumplido nuestro objetivo de reducción de un 10 % para 2020, logrando una disminución del 18 % de las emisiones desde los niveles del año 2006. Ahora estamos trabajando para actualizar nuestro Plan de acción sobre el clima con el fin de garantizar que nuestro objetivo se ajuste a los objetivos establecidos por el Estado de California con posterioridad a 2020.
El Estado de California tiene como meta lograr la neutralidad de carbono antes del año 2045. Debido a que el cambio climático es una amenaza importante para la prosperidad de nuestra región, contribuimos a las iniciativas regionales de lograr incluso antes la neutralidad de carbono. El condado de San Diego está desarrollando el marco para un plan regional de sostenibilidad en cuanto a carbono en asociación con la universidad de California, en San Diego. En el marco se incluirán estrategias e iniciativas para lograr, antes de 2035, la neutralidad de carbono en la región. Contribuimos ofreciendo información sobre las fuentes de emisión que son propias de los puertos, tales como los buques, vehículos y equipos asociados al transporte de mercancías. Este tipo de colaboración regional es esencial para el progreso de las estrategias interconectadas y para el logro de resultados.
Usted mencionó nuestra microred, la que ofrecerá energía de respaldo a las instalaciones que opera el puerto en una de nuestras terminales de carga, lo que incluye infraestructura de seguridad, iluminación, oficinas, y el sistema de almacenamiento de combustible de aviación en apoyo de las operaciones del aeropuerto de San Diego. Pensamos que nuestra microred constituirá un modelo replicable que pueda ser utilizado por otras terminales e instalaciones ubicadas en California.
También estamos trabajando en mejoras viales inteligentes a lo largo de Harbor Drive, la carretera que conecta nuestras terminales de carga. Se trata de sistemas de transporte inteligente destinados a reducir la congestión, el ruido y la contaminación asociados a los camiones; mejoras en la infraestructura de carga de vehículos eléctricos, y el aumento de las áreas verdes urbanas. Esta carretera utilizará tecnologías como la de Freight Signal Priority (prioridad de la señal de carga), pistas exclusivas para camiones y pistas para camiones fuera del horario punta con el fin de permitir que los camiones que transportan carga puedan “saltarse la cola” y evitar a los demás vehículos. Esto servirá para disminuir las esperas, para separar a los camiones de los demás vehículos que estén circulando y para mantenerlos en la ruta designada para camiones fuera de los barrios portuarios.
Estas y otras iniciativas nos ayudarán a ser más sostenibles a medida que desarrollamos nuestras empresas. De hecho, hemos demostrado que el desarrollo económico y la sostenibilidad no son incompatibles. Según nuestro Informe de impacto económico para 2017, nuestras emisiones de gases de efecto invernadero han disminuido un 13 % desde 2006, en tanto que los ingresos aumentaron un 29 % durante el mismo período.
Un “masterplan” para la preservación del litoral
AIVP – La conservación y rehabilitación del litoral son esenciales para lograr la resiliencia del borde costero ante el aumento en el nivel del mar. En nuestro boletín informativo semanal destacamos la innovadora idea de crear un “borde costero de ostras vivas”. En su “Port masterplan” se incluyen medidas de aplicación tanto terrestre como acuática.
¿Cómo describiría este plan maestro para el “futuro del puerto”, y cómo se relaciona con la resiliencia costera?
Michael Zucchet, presidente de la Junta de Comisionados del Puerto de San Diego – Nuestro Plan maestro portuario se refiere, en esencia, a nuestra ley sobre uso del agua y del terreno, que designa zonas específicas de la bahía de San Diego y el borde costero circundante a fin de lograr un equilibrio en los usos para navegación, pesca, comercial al servicio de los visitantes, recreativo, de conservación e institucional. Nuestro actual plan se certificó en 1981 y nunca ha pasado por una actualización completa. Es evidente que mucho ha cambiado durante los últimos 40 años, nuestra región ha crecido una enormidad, y hoy, más que nunca, es importante proteger nuestros bienes y recursos costeros. De esta manera, la Junta de comisionados del Puerto de San Diego puso en marcha una iniciativa destinada a actualizar el plan en 2013 con el fin de planificar el futuro del puerto. El propósito es que se convierta en el principal instrumento de equilibrio de los intereses medioambiental, económico y comunitario presentes a lo largo del borde costero de la bahía de San Diego durante los próximos 30 años.
Para nuestra administración, es importante garantizar la protección de las costas de la bahía de San Diego a fin de preservarlas para las futuras generaciones. Los efectos del cambio climático, en particular los que plantea el aumento en el nivel del mar, son una amenaza para el puerto y para sus muchos usuarios, ya se trate de la navegación, del comercio al servicio de visitantes, de los recursos naturales y valores recreativos, y de la seguridad pública. Para nosotros es muy importante que exista resiliencia ante el aumento en el nivel del mar y las inundaciones. Pensamos que no existe una solución única para este fenómeno. En algunas zonas de la bahía tendremos que fortalecer el blindaje costero, y en otras zonas pensamos que funcionarán bien las soluciones naturales.
El anteproyecto más reciente del Plan maestro actualizado incluye una serie de políticas y estrategias tales como incentivar la aplicación de soluciones naturales que aumenten la biodiversidad del litoral y la resiliencia costera. Por otro lado, una reciente modificación del Plan maestro para el puerto apoya la implementación de un nuevo proyecto de costa viva en el extremo sur de nuestra bahía. Este proyecto, que fue aprobado hace poco tiempo por la Comisión de la costa de California, permitirá que el puerto, en asociación con el organismo estatal para la preservación de la costa de California, California State Coastal Conservancy, realice un proyecto piloto para el cultivo de ostras nativas junto al Refugio de vida silvestre de Chula Vista, en el sector sur de la bahía de San Diego. Los objetivos de la costa viva, la primera de su tipo en la bahía de San Diego, son incrementar la biodiversidad y proteger el borde costero frente al impacto asociado con el futuro aumento del nivel del mar. Construido con elementos propios de un arrecife para atraer y establecer su población por ostras nativas, en esta costa viva se creará un hábitat similar a un arrecife para los peces, aves, invertebrados y plantas acuáticas, al tiempo que se enfrentarán las amenazas del cambio climático y el aumento en el nivel del mar con la atenuación cada vez mayor del oleaje en el hábitat crítico cercano a la costa, lo que ofrecerá estabilización de la línea costera y el aumento en la deposición de sedimentos y el proceso de acumulación de material en el hábitat de ciénagas, lo que resulta esencial de cara a la futura transgresión del hábitat de la ladera debido al aumento en el nivel del mar.
Vigilancia temprana de tormentas e inundaciones
AIVP – Lamentablemente, la adaptación al cambio climático no debe depender únicamente de la previsión, puesto que las tormentas se presentan ya con mayor intensidad y frecuencia que antes. Hemos oído de una asociación con FREDsense Technologies sobre vigilancia de aguas pluviales. Es indudable que necesitaremos iniciativas de este tipo.
¿Qué iniciativas puede haber puesto en marcha el puerto de San Diego en relación con la resistencia a los desastres climáticos extremos, y en especial con las tormentas?
Michael Zucchet, presidente de la Junta de Comisionados del Puerto de San Diego – Los efectos del cambio climático, incluido el aumento en el nivel del mar, afectarán de manera concreta al mundo que nos rodea, y es necesario planificar en ese sentido y ser parte de la solución. Ya hemos enfrentado mareas sumamente anormales producidas por una combinación de tormentas invernales y marejadas, lo que ha provocado la erosión del borde costero y algunos daños en la infraestructura. De hecho, la pleamar más alta jamás registrada en la bahía de San Diego se produjo hace apenas algunos años, en 2015.
Para sopesar, evaluar y protegernos ante los posibles efectos futuros, completamos una evaluación y valoración formal del aumento en el nivel del mar que incluye su proyección y la forma en que pueden resultar afectados nuestros recursos tales como carreteras, parques y propiedades, entre otros, además de su efecto sobre nuestros recursos naturales. Por otro lado, estamos trabajando junto a socios regionales tales como la marina y el Instituto oceanográfico Scripps. El puerto y la marina son los dos mayores organismos con responsabilidades de gestión en la bahía de San Diego y sus alrededores. Estamos colaborando en la puesta en común de información, en la evaluación de la mejor información científica disponible y modelamiento asociado al aumento en el nivel del mar, en la identificación de políticas y medidas de adaptación complementarias, y en la adopción de medidas mejores y más económicas en relación con el desarrollo, la conservación y la rehabilitación de la bahía de San Diego. Con Scripps, coordinamos el desarrollo de un sistema de observación del aumento en el nivel del mar y alerta de inundaciones para llevar a cabo la medición exacta de los datos medioambientales a fin de comprender mejor el impacto de las inundaciones en la bahía.
A nivel de proyecto, aumentamos la elevación de los terrenos de desarrollo, construimos cimientos cuando reemplazamos el sistema de defensa de nuestra terminal de cruceros, la que puede ampliarse en el tiempo, y reconstruimos una rampa de botadura de barcos, la que se considera con mayor actividad en el Estado, llevándola a una elevación más adecuada a fin de ajustarla a lo que se prevé que será el aumento del nivel del mar.
Mencionó a FREDsense como ejemplo de un proyecto piloto innovador con apoyo de nuestra incubadora de economía marítima portuaria, Blue Economy Incubator. La incubadora se estableció, en realidad, para encontrar propuestas innovadoras sobre acuicultura y tecnologías marítimas con el fin de crear una cartera de nuevos emprendimientos que ayuden a satisfacer nuestras necesidades medioambientales tales como el logro de resiliencia costera y calidad del agua. FREDsense trabaja en el desarrollo y puesta a prueba de un dispositivo sensor de pruebas de campo cinco en uno portátil que proporcionará análisis de metales en tiempo real durante la vigilancia de las aguas pluviales.
Otro proyecto de la incubadora Blue Economy Incubator tiene que ver con la mejora de la biodiversidad en el blindaje del borde costero a fin de lograr una estabilización que podría reemplazar al rompeolas tradicional. ECOncrete es una empresa que, en su fase inicial, desarrolla pozas intermareales articuladas confeccionadas con concreto biológicamente reforzado para crear un sistema de pozas mareales que ofrecerán estabilización del borde costero creando simultáneamente un ecosistema local bien definido que imita las pozas naturales entre las rocas y que, además, aumentará la biodiversidad local y la productividad biológica. Los resultados del piloto demostrarán un innovador y beneficioso enfoque hacia el desarrollo costero, conectando la necesidad de hacer frente al cambio climático y la urbanización, al tiempo que se preserva la valiosa vida marina. ECOncrete ha instalado otras pozas intermareales en bordes costeros de los Estados Unidos, Europa y Asia, incluido uno en el muelle 6 de Brooklyn Bridge Park en Nueva York y otro en el puerto de Róterdam, en los Países Bajos.
La contribución del puerto contra los megaincendios en California
AIVP – Aunque parecería que tienen tanta agua a su disposición, las ciudades portuarias podrían estar bajo la amenaza de incendio. El mundo ha sido testigo de los esfuerzos de California en la lucha contra los megaincendios, los que podrían ser una consecuencia directa del calentamiento global. Al parecer, San Diego estuvo menos afectado que San Francisco o Los Ángeles durante 2020, pero existe la posibilidad de que algún día el sur de California resulte gravemente afectado.
¿Cuáles son sus planes para prevenir que estos peligros interrumpan su cadena de suministro y que, en general, se vuelvan una amenaza para la vida humana?
Michael Zucchet, 2021 Chairman of the Port of San Diego Board of Port Commissioners – Aunque en California existe un alto riesgo de incendios forestales debido a las temperaturas más altas, los vientos secos estacionales, y los cambios en su ecología, gracias a nuestra ubicación en el borde costero y el carácter urbano de nuestra jurisdicción, la bahía de San Diego no enfrenta un riesgo de incendio particularmente alto. Sin embargo, durante los años 2000, el condado de San Diego sufrió dos enormes incendios forestales en 2003 y 2007, lo que desplazó a varios miles de residentes y alteró nuestra economía.
En coordinación con sus socios regionales, el puerto de San Diego preparó planes cuyo fin es garantizar una adecuada respuesta a la emergencia y recuperación en caso de desastre natural o provocado por el ser humano. Nuestro Plan de operaciones de emergencia contempla que nuestras responsabilidades durante una emergencia de gran envergadura incluyan a las instancias normativas claves, una estructura organizativa de emergencia, y la activación de nuestro Centro de operaciones de emergencia. Además, nuestro Plan de restauración ante emergencias marítimas establece el proceso de coordinar con eficacia, con el gobierno y las empresas comerciales pertinentes, la reapertura del puerto tras su cierre oficial o parcial dictado por la Capitanía de puerto de la guardia costera de los Estados Unidos a causa de una amenaza inminente o razonable, una amenaza constante, o un desastre.
Si bien es posible que el puerto en sí no esté amenazado por los incendios forestales, sí pueden verse afectados los miles de empleados que trabajan en la bahía y sus visitantes. Por cierto, la carga que pasa por nuestras terminales se transporta por nuestra carretera regional y en nuestra infraestructura ferroviaria. Estos corredores pueden verse afectados, lo que retrasaría la entrega de productos y servicios indispensables. Por último, contar con un puerto de aguas profundas es una medida de resiliencia para la región de San Diego. El acceso de los servicios de emergencia a nuestra región puede ser algo de suma importancia en el caso de una gran catástrofe. Como señalé antes, trabajamos en esta materia en toda la región a fin de lograr que San Diego sea resiliente.